Dicen que soñar es de sabios, quizás hemos pecado de quijotes pero creo que la realidad compensa todo el esfuerzo realizado hasta el momento.
Si, os estoy hablando del huerto ecológico de nuestro instituto, desde hace un año teníamos muchas ganas de que este proyecto se llevara a cabo. En primer lugar porque suponía la transformación de un espacio árido y yermo, pienso que estaba esperando a que alguien lo mirara desde otra perspectiva. En segundo lugar porque construir vida entre aquellos que la tienen más difícil era todo un reto, trabajar en equipo, aprender de la nada todo lo maravilloso que la tierra puede ofrecernos, es como poesía para el alma.
Vivimos en ciudades contaminadas y en casas como si fuéramos abejas, hay poco espacio para la calma y el sosiego, el ecohuerto nos aporta paz, relajación y vitamina N de naturaleza.
¿Por qué potenciar este contacto con nuestro entorno más inmediato? Muchas pruebas científicas demuestran que las experiencias al aire libre pueden aumentar la capacidad para aprender y para pensar, así como mejorar la salud física y mental. También un grupo de investigadores de la universidad de Illinois ha descubierto que los niños con déficit de atención muestran una reducción significativa de los síntomas cuando se relacionan con la naturaleza, por otro lado un estudio realizado en Canadá, mostró que ajardinar los terrenos de una escuela no solo mejoraba el rendimiento académico, sino que reducía la conflictividad entre el alumnado, en los colegios y centros educativos con jardines el absentismo es menor, las clases de jardinería y huertos pueden mejorar la capacidad de aprendizaje y actitud para trabajar en equipo.
Los estudiantes en situación de riesgo que no han tenido muchas experiencias en la naturaleza, muestran una notable mejora del 27% en las puntuaciones de los tests para comprobar su dominio de las ciencias cuando
siguen programas educativos al aire libre de una semana de duración. También desarrollan su capacidad para cooperar y solucionar conflictos, aumentando su amor propio, poseen un comportamiento medioambiental positivo y más capacidad para resolver problemas, están más motivados
para aprender y su conducta en clase mejora.
Como conclusión os instamos a que participéis de nuestro sueño, respetando el medio ambiente que nos rodea.
